Por lo general no salgo en las mañanas pero hoy fue necesario salir ya que tenía que ir al trabajo de una amiga para recoger una información. Quedamos que pasaría por allí a las doce a.m., pero como anoche me acosté a las dos de la mañana, deje el despertador para que sonarà a las nueve pero olvide dejar encendida la alarma. Cuando desperté eran las once y media a.m. y no sabía que hacer si salir corriendo como estaba, ir al baño, me dio un stress completo (que feo es quedarse dormido).
Me arreglé lo mas rápido posible (10 minutos), luego al ir al paradero el bus no venía y cuando al fin llegó iba tan lento que creo que una tortuga le ganaba (que coraje), yo apurada y el bus iba que contaba cada piedra que encontraba en el camino.
Cuando al fin me toco bajarme del bus, tuve que caminar varias cuadras, al llegar a la calle Rumichaca y Av. 9 de Octubre un cabeza de queso estaba dirigiendo el tráfico, hay tuve que esperar unos 15 minutos para que le vigilante de le paso a los peatones, hasta ese momento yo creía que eso era lo peor, pero que equivocada estaba lo peor estaba por venir.
Justo al pasar por la acera de Pollos Gus, casi me da un infarto, entre tanta gente me pareció haber visto a cierto individuo, pero como la vista es curiosa, tuve que volver a mirar para ver si había visto bien o solo era producto de mi imaginación.
No podía creerlo, la probabilidad de que nos encontremos después que terminamos era una entre un millón, hasta donde será mi mala suerte que esa probabilidad se hizo realidad. Y que tal el descaro y caradurez del individuo aquel, tras que se portó como lo peor de este mundo, tuvo el cinismo de saludarme como que si nada hubiera hecho, y encima se me pegó hasta el trabajo de mi amiga, llegué a las doce y media pero no fue mi culpa, le conté a Mercedes ( mi amiga) el viacrusis que había pasado para llegar a su trabajo, en eso me habré demorado una media hora. Pero OH sorpresa al salir del Gran Pasaje el individuo me estaba esperando y luego de eso………………
Continuará
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