17 julio, 2007

Baboso

El día sábado en la mañana tuve que salir al centro a realizar una diligencias entre esas pasar por el trabajo de mi tía dejando unas cosillas y de ahí me fui a la bahía a comprar unos materiales para la bisutería, pero como del trabajo de mí tía hasta la bahía esta lejos me toco caminar hasta la calle G. Avilés para coger la buseta.
Mientras caminaba por la Av. 9 e Octubre hasta la mencionada calle, se m acerco un hombre mayor
Sr: Hola
Yo: (mire a los costados a ver a quién se dirigía)
Sr: Hola niña, para donde va, la acompaño para que no se pierda
Yo: (para mis adentros es conmigo parece que sí) voy a comprar y no necesito que me acompañe
Sr: No tenga miedo que solo quiero ser su amigo ¿Que va a comprar?
Yo: unas cosas al Comisariato
Sr: si quieres yo voy contigo y pago lo que compres, además yo tengo tarjeta
Yo: no gracias
Sr: no desconfíes de mí, me haz caído bien y quiero comprarte algo.
Yo: es que voy a comprar ropa, no comida
Sr:. Pero la ropa del comisariato se fea, y d e mala calidad la de “ De Pratti” es mucho mejor, vamos para allá te pruebas lo que te gusta y como tengo tarjeta no gastaras nada.
Pasando frente al comisariato el “Chicle” me dijo porque no entras no me dijiste que venias aquí. Y yo te veo que sigues de largo
Yo: si, pero es que primero tengo que ir a ver a mi mamá y luego venimos las dos. ( el muy tarado parece que no me creyó lo del Comisariato)
Dando unos pasos más, llegue al fin al paradero de la calle antes mencionada y lo peor de todo sin haber podido desprender al “chicle”.
Entonces lo primero que hice fue subirme en la primera buseta que decía Bahía, yo creía haber dejado ahí botado al individuo, cuando me percato que se subió conmigo. Y entonces el chofer se volvió loco porque yo tenía la mano estirada para que me cobre el pasaje mientras al mismo tiempo el “chicle” tenia su mano estirada para que de su billete cobre los dos pasajes. El chicle salio ganando y yo entonces me fui a sentar en un asiento que ya venia con una señora ocupado (porque no pensaran que iba a ser tan bruta de sentarme en un asiento desocupado) pero a felicidad no me duró mucho porque la sra. Se bajó tres cuadas más allá y el “chicle cuál gacela se sentó al lado mió”.
Bueno entre respuestas tontas ( ya saben cual era mi nombre, donde vivía, cuantos años tenia,etc,tec claro todos los datos que le di eran ficticios) llegue a la bahía y me baje de la buseta claro esta el también se bajo atrás mío.
Mientras yo me decía para mis adentros ahora,si en este laberinto me la saco porque me la saco. Entonces al llegar ala parte de súper éxito me cruce la calle mientras el vigilante daba la orden a los carros de que pasen , mientras daba un pitazo al ver a la transeúnte ver pasar como flash, pero yo como que ni era conmigo solo seguí caminando rápidamente hasta perderme entre tantos localcillos. Y finalmente mira así atrás para ver ni nadie venia atrás mió y lo mejor fue ver que al fin pude perder al viejo chicloso. Compre rapidito mis pepitas , cogi carro de regreso y llegue a la casita fatigada de tanta corredera.
Podrán creer que habrá tenido ese viejo baboso en la cabeza para no dejar de fastidirame la paciencia

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